martes, 9 de agosto de 2011

MITOS Y VERDADES SOBRE EL POLLO:




¿Cuáles son sus propiedades nutricionales?
Una alimentación saludable es fundamental para proteger la salud y prevenir
enfermedades. La carne de pollo forma parte de la misma contando con nutrientes
necesarios para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo
tales como:
*Proteínas de excelente calidad: tan indispensables para todos y en mayor cantidad
son necesarias durante etapas en las cuales los requerimientos de proteínas se
encuentran aumentados (niños, adolescentes, mujeres embarazadas y madres
lactantes así como también deportistas).
*Amplia variedad de vitaminas y minerales
*Predominio de grasas insaturadas las cuales ayudan a proteger la salud del corazón.
Como la mayor parte de sus grasas se remueven fácilmente, resulta una carne con bajo
valor calórico y la pechuga en particular, es uno de las cortes de carnes más magros
disponibles en el mercado, siendo además el tejido muscular que predomina en el
pollo.
Circula alrededor de este alimento tan sano y nutritivo un mito que ha estado y aún
está en la creencia de algunas personas y profesionales y que esta nota intentará
explicar. Desde el Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP) le
acercamos un informe completo elaborado por el Centro de Empresas Procesadoras
Avícolas (CEPA) sobre el mito de las hormonas.

¿COMO SE CREÓ EL MITO DE LAS HORMONAS EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS
POLLOS?
No existe en el mundo hormona de crecimiento de pollo en forma comercial y ninguna
otra hormona puede hacer crecer un pollo.
La hormona de crecimiento del pollo es específica, producida por el propio pollo, solo
puede hacer crecer a los pollos y no tiene ningún efecto sobre el ser humano, ni sobre
ninguna otra especie. Las otras hormonas de las que tanto los profesionales como la
gente sospechan son los estrógenos o cualquier hormona que pueda afectar el normal
desarrollo sexual.
El pollo de hoy en día tiene un período de crianza muy corto, de alrededor de 50 días,
logrando un crecimiento superior a los 50 gramos diarios, con un peso promedio a la
faena de 2.600 gramos y un consumo de alimento aproximado de 5.200 gramos. Estos
resultados son el fruto de un intenso programa de selección aplicado por las líneas
genéticas a sus pies de cría y a sus abuelos, para obtener líneas de reproductores
capaces de transferirles a su descendencia, los pollos parrilleros, ese extraordinario
“vigor híbrido”.

EL MITO
Existe un mito muy arraigado en el acerbo popular respecto del uso de hormonas en la
producción avícola.
Suponemos que el origen del mito de las hormonas y el pollo, está relacionado con un
hecho ocurrido en la década del 50, diez años antes del comienzo de la avícola
industrial.
En aquellos años se usó en Europa un estrógeno sintético denominado DES, cuya
finalidad era “caponizar” hormonalmente los pollos machos, para obtener un mayor
engorde y una carne más tierna (a las hembras se las destinaba a producir huevos).
Este estrógeno sintético se aplicó en varias especies y en avicultura se utilizó en gallitos
de más de cien días de edad, que en aquel tiempo y a esa edad no pesaban más de
1,700 kg.
Fue una alternativa a la castración quirúrgica que se efectuaba ocasionalmente para
lograr aves de 3 kg. en 6 meses y carne relativamente tierna. Se lo aplicaba como un
implante en el cogote y la ingestión de los mismos con residuos de esta hormona
sintética, dio origen a un caso aislado de ginecomastia que tuvo difusión en textos de
medicina.
Aunque ocurrió hace 50 años, la historia se popularizó y aflora esporádicamente,
basada principalmente en el desconocimiento de cómo se crían, alimentan y qué base
genética tienen los pollos hoy.
La razón por la cual no se usan hormonas ni anabólicos en producción avícola, es
sencillamente porque no funcionan en los pollos que desarrolló la avicultura industrial,
dotados de una extraordinaria capacidad de crecimiento, producto de los programas
de selección.

EN CONCLUSIÓN:
TODO EL MUNDO PUEDE CONSUMIR POLLO CON ABSOLUTA GARANTÍA Y
TRANQUILIDAD.
NO TIENEN NINGUNA HORMONA AGREGADA DE NINGÚN TIPO
Solo deben asegurarse que los pollos tengan la identificación del productor
responsable y el número oficial de habilitación del establecimiento por SENASA,
información que encontrará en la bolsa que lo contiene.

Fuente: www.aadynd.org.ar

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