sábado, 19 de noviembre de 2011

10 trucos para beber suficiente agua a diario

El agua es un elemento vital para el organismo: interviene en la hidratación de las células y de la piel, la eliminación de toxinas, la regulación de la temperatura corporal… Por eso, se aconseja beber entre 1,5 litro y 2 litros de agua por día, ¿lo haces? 
Aqui van algunos trucos para ayudarte a beber lo suficiente a diario:
1. No esperes a tener sed
La sed es un signo de alarma para tu organismo. Cuando la sensación aparece, el cuerpo ya está deshidratado. No esperes a tener sed para beber agua.
2. Prepara tu botella antes de salir de casa
En el trabajo estamos ocupados con nuestras obligaciones y, a menudo, olvidamos beber. El truco: métete cada mañana una botella de agua en el bolso y podrás comprobar si tu consumo de agua es suficiente.
3. ¡Bebe sin límites!
El agua representa el 60% de nuestro peso, un dato que nos puede dar una idea de la importancia del agua para el buen funcionamiento de nuestro organismo. A través de la transpiración, la orina e, incluso, la respiración, nuestro cuerpo elimina agua permanentemente. Por ese motivo, se recomienda beber agua a lo largo del día sin imponerse límites.
4. Alterna los placeres
Intenta variar al máximo las consumiciones: además de tomar agua, el té, el mate o el café te permiten igualmente hidratarte. Lo mismo que las sopas, y los caldos.
5. Adapta tu consumo de agua a tu actividad física
Después de un esfuerzo físico, el cuerpo se deshidrata más rápido a causa de la transpiración. Fuérzate a beber antes de realizar un esfuerzo o una actividad física, incluso si no tienes sed, y bebé regularmente durante y después de la misma.
6. ¡Vivan las frutas!
¡“Bebe” comiendo fruta! Para asociar hidratación y dietética, apuesta por las frutas ricas en agua: melón, sandía, pera,  piña, naranja…
7. Dale un poco de gracia a tu agua
Si eres de las que encuentra el agua un tanto sosa, no caigas en la trampa de las aguas aromatizadas ya que, a menudo, son demasiado dulces. Si no, opta por las que no contengan azúcares. Nuestro consejo es que añadas a tu agua una rodaja de limón o de naranja o incluso unas hojas de menta para darle un sabor diferente.
8. ¡Cambia de agua!
Del grifo, de la fuente, aguas minerales, con gas… ¡Hay todo un abanico de aguas diferentes! Cambia de tipo de vez en cuando o acabarás aburriéndote y aborreciéndola.
9. En caso de enfermedad: ¡cuidado!
La diarrea, los vómitos o la fiebre pueden provocar grandes pérdidas de agua que, en ocasiones, pueden desembocar en deshidratación. No corras riesgos y presta atención sobre todo cuando estés enfermo. En caso de fiebre, bebe medio litro de agua a mayores por cada grado superior a 37°C.
10. Adapta tu consumo de agua en función del calor
A partir de los 30°C, el organismo se deshidrata más rápido como consecuencia de la sudoración. Por eso se recomienda beber más cuando hace calor.

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