viernes, 16 de marzo de 2012

Te verde, actividad fisica y dieta equilibrada: una buena combinacion para luchar contra el sobrepeso y la obesidad

El té verde se obtiene de una planta llamada Camellia Sinensis. Como otros productos naturales, sus hojas contienen múltiples compuestos fitoquímicos que varían su concentración en función de la época de recolecta, del clima y del procesado.

Los principales componentes bioactivos del té verde son los polifenoles, que representan aproximadamente el 35% del peso en seco de la planta. Además, también contiene pequeñas cantidades de cafeína que contribuyen a aumentar el efecto lipolítico de esta bebida.
Los polifenoles y la cafeína son los responsables de los efectos del té verde sobre el gasto energético y la oxidación de las grasas. Actúan induciendo la activación de la enzima lipasa, que es la encargada de regular la liberación de las grasas del tejido adiposo. Estas grasas libres, están disponibles para ser utilizadas como substrato energético. También se ha observado en animales de experimentación y ensayos in vitro, que los polifenoles pueden disminuir la sensación de hambre y la absorción de algunos nutrientes como la grasa o la glucosa.
Existen muchos estudios en los que se relaciona la ingesta de té verde y la pérdida de peso. Uno de ellos, llevado a cabo durante 8 semanas en humanos con sobrepeso y síndrome metabólico, demostró que 4 tazas diarias de té verde, disminuían significativamente el peso y el IMC.
Actividad física y té verde.
La actividad física es importante para el tratamiento de la obesidad, y es un factor necesario para el posterior mantenimiento del peso a largo plazo. Realizar actividad física, puede conducir a una disminución del IMC de entre un 2% y un 3%.  El efecto del té verde sobre la movilización de grasas, se ve incrementado cuando lo combinamos con actividad física, porque la actividad física también aumenta la liberación de grasas del tejido adiposo y su utilización como substrato energético.
Un estudio realizado en adultos obesos, demostró que si se consumía diariamente una bebida formulada  a base de componentes del té verde, se realizaban 180 minutos de actividad física 3 veces a la semana y se controlaba la ingesta, se conseguía una mayor reducción de peso y de grasa corporal que si se administraba una bebida placebo.
Para concluir me gustaría dejar claro que el té verde no es un alimento milagroso. Puede ayudarnos a perder peso, pero es necesario un cambio de hábitos dietéticos y de actividad física para conseguir una pérdida significativa y duradera en el tiempo.


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