sábado, 17 de septiembre de 2011

Cómo aprovechar los alimentos que sobran


Buenas ideas para reutilizar los restos de frutas, verduras, carnes, especias o lácteos

Muchas veces comemos más de la cuenta por aquel viejo mandato de "limpiar el plato", relacionado con épocas en que la escasez transformaba en un pecado desperdiciar alimentos. Cierta conciencia social evidencia que hoy tampoco, con gran parte del mundo en situación de hambre, es una buena constumbre tirar comida.

Por eso, distintas ideas para utilizar la comida sobrante, y la ayuda de la tecnología aplicada al hogar, hacen que podamos considerar formas de evitar el desaprovechamiento al tiempo que descartamos una excusa para comer de más.

Lo mejor es usar el ingenio y la información para no generar desperdicios, y reutilizar los alimentos todo lo posible.

Verduras y frutas
* Hierva los restos y puntas de cebollas, ajíes, zanahorias o apio. El caldo sirve para cocinar o hacer sopas; también puede congelarse.
* La cebolla y el ají picados pueden congelarse sin que pierdan su sabor. Esto vale también para la mayor parte de verduras: choclo zanahoria, brócoli, coliflor, espinaca, etc.
* Hornee los tomates que sobran: quedan deliciosos secados y condimentados con unas gotas de aceite de oliva.
* El vinagre es la mejor forma de conservar no sólo los pepinillos sino cualquier tipo de vegetal.
* Antes de que las frutas se pasen haga jugos o licuados, que suelen gustarles mucho a los chicos. Es, además, una forma distintas de ofrecerles fruta.
* Con la mayor parte de las frutas se puede hacer mermelada de forma muy sencilla.
* Una ensalada de frutas es ideal para aprovechar todas aquellas que están a punto de pasarse; además resulta más apetitosa que la fruta entera. Puede reemplazar azúcar por edulcorante.

Pan
* El pan fresco congelado queda perfecto después de unos minutos en la tostadora.
* Las sobras de pan secas al horno pueden usarse en forma de cubitos para acompañar sopas o salsas.
* Ralle el pan seco para hacer milanesas o para espesar las salsas.

Carne
* Congele la carne que no vaya a usar en el lapso de un día. Separe las diferentes piezas con plástico o bolsas para evitar que se solidifiquen juntas y poder descongelar posteriormente sólo la cantidad apropiada.
* Huesos de pollo, cerdo o vaca hervidos sirven para hacen caldo, que una vez frío se puede desgrasar.
* Use los restos de pollo cocido para ensaladas o sándwiches.

Lácteos y huevos
* El queso se puede incluir en las viandas de los niños, para sándwiches o mezclado con fideos.
* La leche se puede congelar si el sachet o el recipiente tiene suficiente espacio para que se expanda.
* También el huevo se puede congelar: hay que batirlo como para hacer una tortilla y guardarlo en una cubetera.
* El queso blanco le da un toque especial al puré de papas.

Especias frescas
* Haga pestos o chimichurri con el perejil o la albahaca.
* Lave y pique las especias y colóquelas dentro una cubetera, añada un poco de agua y congélelas. Cuando las necesite en la cocina añada un cubito a la preparación.
* Deje secar las hierbas colgadas en un lugar oscuro y seco.

Líquidos
* Café y té que sobren pueden convertirse en cubitos de hielo para enfriar las bebidas y darles un toque especial.
* Con los restos de vino se ablandan los restos pegados a la sartén y pueden ser la base para una salsa.
* La miel que queda en el pote puede limpiarse con un poco de limón y añadirse el resultado para el té (o para los dolores de garganta).


fuente: www.drcormillot.com

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